Los Reyes Magos

La señora Celia es una amiga de mamá, me ha regalado lo que ella llama un almanaque, yo  nunca había oído esa palabra. Se trata de un pequeño librito con los meses del año y que además tiene canciones, consejos para plantar la huerta y dibujos. En el último mes del año hay villancicos y dice la señora Celia que me los aprenda para luego salir a cantar con los demás niños a casa de los vecinos. 
 -"Beben y beben los peces en el río, beben y beben por ver a Dios nacer..."
 - ¡Más alto, más fuerte! 
 -"Beben y beben los peces en el río, beben y beben por ver a Dios nacido". 
 -¡Hay que cantar con energía! 
Hemos ensayado durante un rato mientras merendábamos y la menuda señora se ha dado por satisfecha. 
Los mayores siempre preguntan por estas fechas si he escrito la carta a los Reyes Magos de Oriente. Sí que la escribí y además con un dibujo en la cuartilla y otro en el sobre. Con ayuda de mi señorita, Araceli, hemos pintado los tres reyes magos y la estrella de Belén. Me quedó muy bonito y papá se llevó la carta para echarla en correos. Yo pedí unos colores nuevos y una muñeca, pero como son magos también les puse : "lo que vosotros queráis" es que no sé qué pedir. Mamá dice que pida comida para los chinitos que pasan hambre, ese tema ya me lo sé porque cuando dejo algo en el plato se enfada y dice que los chinitos no tienen qué comer. En la cocina tenemos una lata de Cola-Cao, con dibujos de señoras chinas con kimonos y cosas en la cabeza y a mí no me parecen pobres. Pero esos dibujos representan a gente china de la antigüedad.
Me han venido a buscar, Pepe, Luisa y los demás. Hemos ido casa por casa cantando los villancicos. Yo gritaba a todo pulmón para que se me oyera bien, con mucho entusiasmo y Teresa se reía, pero sin maldad, porque le hacemos gracia. En todas partes nos han agradecido las canciones y nos han dado las consabidas rosquillas, turrón, pasas e higos.

Cada día que pasa estoy más ansiosa porque lleguen los Reyes Magos. Yo me he portado bien en todo y obedezco siempre a mamá. A veces tengo miedo que no encuentren nuestra pequeña aldea o que nieve y no puedan pasar con los camellos. Aunque yo creo en la magia y ellos todo lo pueden.
Hoy ha venido la cartera, la señora Josefina. Ha traído un paquete de Barcelona, que es donde viven mis abuelos, mi tía Digna y mi tío Antonio. Mi tía me ha hecho un gorro y una bufanda y también unos guantes para que me abrigue. Mi abuela Pura me ha mandado un libro de cuentos. Es el libro más bonito que he visto en mi vida. Se llama "Los diez mejores cuentos", pone "Ilustrado por Emilio Freixas",  tiene muchos dibujos en color en la tapa y también dibujos preciosos en tinta negra, en el interior. Estoy muy contenta. Salgo a jugar con el gorro y la bufanda puestos.
Por fin ha llegado la noche de Reyes y me voy a dormir sin nada de sueño, solo quiero que sea mañana para ver qué me traen. Ya me han avisado que nada de levantarse a mirar. En la mesa de la galería hemos puesto roscón, pasas, tres copitas y una botella de licor café. Aunque parezca mentira me dormí y lo primero que he hecho al despertarme esta mañana ha sido mirar en la galería. Nada. No había nada. He mirado por toda la casa y luego me he ido al cuarto de papá y mamá, desolada. - Los Reyes no me han dejado nada, ni una cosita.- Papá dice que si he mirado bien, porque él ha oído ruido por la noche en el desván, ruido de castañas. Subo y no veo nada. Solo un montón de castañas 
- No hay nada, papá
-¿ Has mirado bien?, remueve las castañas a ver...
Lo hago y al fin asoma un paquete y luego otro más. Unos colores grandes de veinticuatro, de Alpino. ¡que bien huelen! son suaves, preciosos. ¡Me los han traído! Papá dice que abra el otro paquete, ¡ es una radio! ¡una radio pequeña para mi!, tiene una funda de cuero marrón y un asa para llevarla. Papá la enciende y suenan canciones, si giras una rueda cambia, y se oye hablar en portugués, si vuelves a girar se oye música, noticias... parece increíble que salga todo eso de una radio tan pequeña. ¡Gracias Melchor, Gaspar y Baltasar!
 Nunca olvidaré este día.

(Este relato forma parte de mi libro "LA NIÑA AZUL, Memorias de una infancia rural" disponible en Amazon en version kindle o papel.)